Bajo el lema «Ponte en forma sin poner un pie en el gimnasio», las zapatillas curvas Skechers se presentaban como un atajo para lograr adominales o perder peso sin esfuerzo. Pero las denuncias de los consumidores asegurando que no es cierto lo que se promocionaba en los anuncios de la marca han obligado a la compañía a una acuerdo extrajudicial para cerrar el contencioso. Skechers pagará 40 millones de dólares (unos 31,5 millones de euros) a los denunciantes, al no poder demostrar esos efectos beneficiosos y descubrirse que un estudio médico incluido en la campaña publicitaria había sido realizado por una persona casada con un directivo de la empresa.
A mi sinceramente estas zapatillas me parecen raras y difíciles de combinar con la ropa de sport.
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